El viaje
Quedamos a las 6:30 de la mañana. Noche cerrada aun. La ruta elegida fue N-II hasta Fraga (todo autovía) y luego carretera hasta Alcañiz pasando por Mequinenza y Caspe. Por la autovía, mientras estuvo oscuro mantuvimos un ritmo de 140 Km/h, atentos a los radares fijos. Al hacerse de día incrementamos el ritmo a 160 Km/h. Siempre por debajo del límite en que se considera delito. Por suerte no vimos ningún radar móvil. Al menos no nos paró ninguno ni vimos flashes. La carretera desde Fraga es bastante divertida. Ritmo de 140 Km/h, con curvas rápidas y alguna que otra lenta. Un par de puertecillos de montaña. En Mequinenza paramos a desayunar a las 8:00 de la mañana. Un bocadillo y un café con leche. Seguimos la ruta sin problemas. Empiezan a verse motos. Pasado Caspe encontramos conos en el medio de la carretera que impiden adelantar y mucha mucha Guardia Civil. Más adelante separan coches y motos. A los de las motos nos meten por una especie de camino asfaltado. Llegamos a la circunvalación del circuito hacia las 9:00. Mucha gente, muchas motos. Buscamos el parquing de la tribuna 4 y entramos al circuto.El circuito
Por desgracia no íbamos con tiempo suficiente para recorrer el circuito como es debido, pero lo que vimos la verdad es que me sorprendió gratamente. Teníamos entrada de grada 4 que es realidad es una pelouse bastante grande, con varias zonas. Fuimos a la zona del sacacorchos (una copia de la mítica curva del circuito de Laguna Seca) pero ya estaba muy lleno, por lo que fuimos a la parte de atrás y pillamos sitio delante de la pantalla gigante. Sólo teníamos visión directa de las curvas 5 y 6, pero pudimos seguir las carreras perfectamente desde la pantalla gigante.La llamada grada 4, pese a ser una pelouse tiene tablones de madera a modo de asientos en las laderas, una idea genial. La parte superior es de tierra como una verdadera pelouse. La verdad es que estuvimos muy cómodos. Nos habíamos llevado una manta y no nos habría hecho falta. Además los servicios para el público son de gran calidad. Las pantallas se veían perfectamente. La megafonía se oía genial. Dentro de la misma grada 4 había montones de cabinas individuales para hacer las necesidades. Además había al menos tres bares y una zona de tiendas. Todo eso dentro de la grada 4 (pelouse). La entrada nos costó 55€ que creo que está muy bien. Otro año con más tiempo deberíamos probar las tribunas.
La conclusión es que ya quisieran otros circuitos contar con los servicios de éste... por ejemplo a Montmeló dejé de ir hace años porque los precios no hacían más que subir a la vez que los servicios se reducían. En Motorland encontramos pocas colas en lavabos y bares, todo lo contrario que en Montmeló. Además los bocadillos estaban buenísimos. Pan del día y productos de calidad. La última vez que fui a Montmeló me dieron pan duro y embutido rancio... a precio de oro.
La única pega (por buscarle alguna) fue el viento que estuvo soplando todo el día. Hacía casi frío, no nos quitamos las chaquetas en ningún momento. Pero lo malo de verdad era la cantidad de polvo que se levantaba. Se te metía en los pulmones y no te dejaba respirtar.