lunes, 15 de febrero de 2010

Calçotada 2010: bajo cero en moto

Está haciendo un invierno duro. Frío polar, lluvia casi todas las semanas, inundaciones, nevadas incluso a nivel del mar, temporales, etc. Un invierno como los de antes dicen. Aun recuerdo un "experto" que vi por la tele a principios de diciembre diciendo que según todos los datos a causa del cambio climático este invierno iba a ser seco y caluroso. ¡¡¡Lo clavó el tío!!! ¿Esos agoreros no saben el tiempo que va a hacer pasado mañana y pretenden decirnos que va a pasar dentro de 50 años? En fin...

Ejemplo de invierno seco y calurosoEjemplo de invierno seco y caluroso

El caso es que se acercaba la fecha de la calçotada, la única salida por carretera que hago todos los años... o al menos intento hacerla: 2007, 2008, 2009, ... aunque este año estaba difícil. La semana empezó con nevadas. La foto que acompaña este artículo (más arriba) es de mi coche el domingo anterior a la calçotada. Lunes y martes nieve y lluvia por toda España. 50% de probabilidad de lluvia para el sábado. El jueves mejoró un poco el tiempo. El viernes hizo bueno aunque mucho frío. La previsión para el sábado era de bajada de las temperaturas con la cota de nieve alrededor de 100 metros en la Zona de El Tarragonés, pero con pocas probabilidades de precipitaciones. Decidí ir en moto...

El sábado me levanté a las 8:30 de la mañana. 2º C. de temperatura exterior y un cielo gris que no presagiaba nada bueno. Tras un café para despertarme me vestí de motero. Intentando no pasar demasiado frío, me dejé los pantalones del pijama debajo de los pantalones del mono de cuero y me puse varias capas finas pero térmicas debajo de la chaqueta de cordura. Por ejemplo llevaba un chaleco de un tejido llamado Windstopper que ayuda a no pasar frío. Fui a buscar a mi amigo Luis, que iba a venir de paquete conmigo. Aunque tiene su propia moto, vino a la anterior calçotada con ella y alguna vez hemos salido de ruta juntos, esta vez ha preferido no cogerla porque dice que va demasiado lento y frena al grupo. No ha habido forma de convencerle de que eso da igual, de que siempre esperamos a los más lentos, ...

Empieza a chispear. Es aguanieve. Arrancamos. Habíamos quedado a las 10 en la gasolinera que hay en la salida 581 de la A-2 (antigua N-2). Llegamos con 5 minutos de adelanto y ya hay varios moteros esperando. Caras de frío. Aprovecho para llenar el depósito de gasolina. Xoli me cuenta que al despertarse su termómetro marcaba 2 bajo cero. No veo ningún termómetro en la gasolinera pero hace frío. Mucho frío. Parece ser que varios de los que iban a venir en moto se han rajado. ¡¡Peor para ellos!! Llegan un par más y ya estamos todos los previstos: 6 valientes moteros en 5 motos.

La ruta fue muy chula: más de 150 km por carreteras de todo tipo, siempre guiando Xoli que se conoce muy bien la zona. Consiguió llevarnos por una ruta muy bonita con carreteras secas en su mayor parte. ¿Que más se puede pedir? La verdad es que el ritmo era bastante lento pero no podías jugártela más deprisa no fuera a ser que encontraras humedades o una placa de hielo al ir a frenar. Pasamos bastante frío, sobre todo en las manos. El resto del cuerpo iba bastante protegido pero las manos... nos abrazábamos al motor en cuanto parábamos en un intento de evitar la congelación total de los dedos. Vimos acequias congeladas, carámbanos de hielo de medio metro o más colgando de los taludes, campos congelados... pero las carreteras estaban bien. A media mañana salió el sol y subió algo la temperatura... Paramos a almorzar en el mismo sitio del año pasado que no se que pueblo es. Recuperamos calorías a base de buen embutido catalán y café caliente. Reemprendimos la ruta con algo más de temperatura. A eso de las 12:30 pasamos por un pueblo en que el termómetro de una farmacia marcaba unos razonables 3º C...

Por fin llegamos a Salomó. Repetimos restaurante porque nos tratan muy bien: Calçots realmente ilimitados, salsa buenísima, butifarra sabrosa, cordero genial, etc. Y de todo se puede repetir las veces que hagan falta. Además son rápidos y amables. ¡¡No se puede pedir más!! Allí ya nos esperan la mayoría, que han ido en coche. Reencuentros, manos, besos, charlas, historias, etc. A la mayoría de ellos sólo los veo una vez al año... pero nos conocemos de hace tantísimo... más de 10 años ya... ¡Como pasa el tiempo!


La vuelta también la hicimos por carretera, anocheciendo, pero con más calor que por la mañana. Sólo 3 motos esta vez. Los demás decidieron tirar por autopista. No les culpo, pero nosotros nos divertimos más. La ruta de subida hasta Igualada también estuvo muy bien. Allí nos despedimos y cada uno se fue para su casa. Luis y yo por la A-2 si correr demasiado, al tanto de los malditos radares. Al llegar a casa el parcial marcaba justo 300 km. El ritmo ha sido lento pues ni siquiera he entrado en reserva. Pero nos lo hemos pasado de miedo... y la moto se ha portado genial.