Sábado por la tarde. Saco la moto, que arranca casi a la primera tras meses parada. La caliento y me doy dos vueltas a la manzana para probarla. Luego le engraso la cadena, le reviso el aceite y el filtro del aíre, le lleno el depósito, ... y ya está lista. En eso mi amigo Sergio me trae las ruedas que le encargué. Las ha sacado a muy buen precio en Rodamoto. Un día de estos escribiré un post sobre compra de ruedas en Internet. Son una pareja de Dunlop D756 de endurocross en medidas 80/100-21 y 110/100-18 (delantero y trasero respectivamente). Ahora llevo unos Dunlop D755, que son un poco más blandos pero la oferta de los D756 era tan buena que había que aprovecharla... además me han hablado muy bien de ellos y el delantero lo tengo destrozado. Quedamos para el día siguiente a las 9. Ya no me da tiempo a llevar a cambiar los neumáticos. Lo dejo para la próxima semana, apuraré una semana más los D755...
Domingo 8:00 AM. Suena el despertador. Lo apago.
Domingo 8:05 AM. Vuelve a sonar el despertador. Grrrrrr... Lo apago. Me levanto intentando no hacer ruido para no despertar a nadie. Me preparo un café y desayuno tranquilamente. Hace buen día: luce el sol... pero por la noche ha llovido: está todo mojado. Buen día de Enduro. Bajo al garaje en pijama y me visto de romano: rodilleras, pantalones de cross, calcetines, botas de enduro, camiseta de algodón de manga larga, armadura integral (peto, espaldera, faja y protecciones en hombros y codos), camisa de cross, chaqueta de cordura... no... ¡¡¡chaqueta no!!! Hace bien día y buena temperatura (12º C.). Sino al mediodía pasaré mucho calor encima de la moto. ¡Menudo error!
Acabo de vestirme: guantes, braga térmica en el cuello, casco y gafas. Saco la moto y veo pasar a David y su Gas Gas 250 camino de casa de Sergio. Preparo la riñonera (documentación de la moto, herramientas, la cartera y el móvil). ¡¡¡Allá vamos!!! Llego a casa de Sergio que se está acabando de vestir. "¿Vas sin chaqueta?" me pregunta. "Parece que va a hacer bueno" le respondo. David si que la llevaba pero al final deciden ambos hacerme caso y salimos todos sin chaqueta.
Por fin salimos. Son las 9:05. Sergio (KTM EXC 525) lleva ruedas nuevas: las mismas Dunlop D756 que me ha comprado a mi. Me reencuentro con la tierra con algo de miedo... como siempre que paso más de un mes sin pisarla... pero todo funciona como es debido y me relajo enseguida. El terreno está en perfectas condiciones: las lluvias de la noche han dejado la capa superior blanda pero debajo hay tierra dura por lo que el agarre es perfecto. Se está empezando a nublar pero no hace frío. Vamos enlazando caminos, pistas y senderos. Segio siempre delante. Yo voy algo más lento que las últimas veces pero la moto va perfecta y poco a poco voy cogiendo el ritmo, aunque sin forzar. David, el menos experimentado, se retrasa un poco. A ratos Sergio tira y le pierdo de vista. Me lo estoy pasando de miedo pero si intento forzar me voy largo en las curvas y pierdo tiempo. La rueda delantera está realmente muy mal. La trasera en cambio aguanta bien. No tengo problemas de tracción. Puede que la mantenga aun un par de salidas. Seguimos cada uno a su ritmo.
De vez en cuando Sergio espera y nos reagrupamos. Más caminos, más pistas, veredas y senderos, con algún tramo de enlace esporádico por carretera. Cada vez está más nublado. El sol hace rato que no lo vemos. Nuestro destino final es Arbúcies, un pueblecito de montaña en la provincia de Gerona. Los brazos acusan pronto los meses de inactividad pero no se me agarrotan. Llevo un ritmo alegre que me permite disfrutar de la moto, pero siempre con un alto margen de seguridad, tratando de evitar en la medida de lo posible una caída. La temperatura está bajando en picado y en los tramos de carretera ya hace frío, en cambio por caminos no lo sentimos: será porque entre árboles estamos a resguardo del viento o porque nos movemos tanto encima de la moto que no sentimos el frío. ¡No lo se!
10:30 AM. Llegamos a Arbúcies [cat] y empieza a chispear. ¡Mal rollo! Lo primero vamos a una gasolinera. Mientras repostamos aparece un coche de los Mossos... pero no nos dicen nada. Llevamos matrícula pequeña (ilegal) y vamos sin intermitentes y sin espejos, lo normal en motos de enduro: No llevamos nada superfluo que se pueda romper en una caída. Aprovechamos para revisar las presiones de las ruedas tomando como referencia las de Sergio, que están recien cambiadas. Lleva 1,5 Kg. delante y 1,8 Kg. detrás que me parecen demasiado altas para montaña pero de todas formas pongo esas presiones en mis ruedas para ver que tal. Yo iba con medio Kg. en cada rueda. Muy poco. Ni tanto ni tan calvo. La única foto de la salida es de ese momento...

11:05 AM. ¡¡Ya llueve de verdad!! A partir de ese momento echamos de menos las chaquetas. Vamos a un bar a almorzar con la esperanza de que mientras tanto pare de llover. Comemos chuletas de cordero uno, lomo a la plancha otro, torrada de fuet otro y mongetas con butifarra para compartir. ¡¡¡Ligerito todo!!! Pasamos como una hora charlando y comiendo pero no para de llover. Tocará mojarse. ¡Con lo bien que se estaba en el bar! En fin... para volver decidimos tirar por el camino de peaje que hemos comentado otras veces, pero hoy la cadena estaba abierta y con la que estaba cayendo no hemos parado. Por el camino pasamos bastante frío (ahora sí). Las gafas se empañan y además se ha levantado niebla y no se ve nada más allá de 10 metros. Son las 12 del mediodía pero parecen las 5 de la tarde. Tiramos cada uno a su ritmo: Sergio delante, yo en medio y David el último. El terreno, perfecto a primera hora está ahora muy resbaladizo. Voy bastante lento y el camino se me hace eterno. Con el cambio de presiones la moto se ha vuelto mucho más ágil... pero en cambio he perdido agarre, sobre todo delante. De repente empiezo a ver nieve. Montones apilados a los lados del camino. No se ha derretido desde las nevadas de hace un mes. Estoy empapado y hace frío. Por fin llego al final del camino "de pago". Nos queda otro tanto hasta casa. Sergio me espera limpiando las gafas. Dice que se las ha tenido que quitar a medio camino porque no veía nada.
13:00. Llega David y continuamos. A partir de aquí seguimos más o menos juntos. Sigue lloviendo pero ya no hay niebla. Tiramos lo más directo posible sin perder tiempo. La última parte del camino ya no llueve, aunque nosotros estamos calados. Son caminos conocidos y me pongo delante. Tiro fuerte a ver que tal, por primera vez en todo el día. Sergio me sigue a rueda. David se queda. Voy derrapando de las dos ruedas en todas las curvas. ¡Que pasada! Compenso la falta de agarre delante con tracción. Es decir: ¡¡¡Gaaaaaaasssss!!! Me conozco esos caminos de memoria y no me llevo ningún susto. Voy de lado a lado, aprovechando todo el camino a lo ancho. Oigo la moto de Sergio pegada detrás mio. Sé que me quiere adelantar pero no le voy a dejar...
13:20. Llegamos a la urbanización. Paso por casa para avisar de que ya he llegado y vamos todos a casa de Sergio a lavar las motos. Vuelve a llover, pero ya da igual. Lo bueno de estas motos es que después de una salida, con una Karcher o similar las dejas como nuevas. Mientras tomamos una cervecita me comenta Sergio un derrape que he hecho al final, cuando iba delante, 25 o 30 metros con la moto totalmente cruzada. Ni lo recuerdo. A mi me ha salido de forma natural. Le digo que él los hace continuamente y me dice que tampoco se da cuenta... ¡¡¡¡¡pero es que estamos motos se lleva así!!!!!
14:10 Vuelvo a casa, guardo la moto, me quito el "disfraz", me doy una ducha y a comer... Con una sonrisa de oreja a oreja. A ver cuando lo puedo repetir...
No hay comentarios:
Publicar un comentario